Se deben llevar un mínimo de 22 horas al día para fijar bien las posiciones, recomendamos únicamente quitarlos a la hora de la comida, durante el cepillado de los dientes y cuando se ingieran bebidas calientes, para evitar el daño de la férula. Mientras no lo tengas puesto, guárdalo cuidadosamente en su funda para evitar que se deteriore.

En primer lugar hay que hacer un estudio personalizado, con radiografías, fotos y modelos de la boca. A continuación, se hace una simulación 3D del tratamiento, donde se simulan los movimientos de todos los dientes y, además, haremos un acabado virtual del caso. Una vez tenemos el plan de tratamiento, empezamos con los alineadores, que se irán cambiando cada ciertos días en función del caso, aunque las visitas con el ortodoncista serán normalmente una vez al mes.

Aunque cada caso es único, en términos generales las revisiones se realizan mensualmente. En cada una de  las visitas, la doctora valorará cómo evoluciona el movimiento de los dientes y si se están evolucionando conforme se había previsto, si todo va bien, en cada revisión se darán varios juegos de alineadores hasta la próxima visita. Además nuestro equipo puede tratar y programas casos a distancia si el paciente no puede acudir a la clínica. La doctora hará un completo seguimiento a distancia.

La duración será en función de la complejidad del caso. Puede ser de pocos meses (entre 3 y 7 meses para las modalidades Invisalign® i7 y Invisalign® Lite respectivamente), o entre 8 y 24 meses para los casos de Invisalign® full o Invisalign® Teen.

Es importante que cuides delicadamente tus alineadores ya que son imprescindibles para culminar con éxito el tratamiento, por ello siempre que te los quites guárdalos en su funda y lávalos antes de volver a ponértelos.

Con Invisalign® se pueden tratar prácticamente todas las maloclusiones.